BOLETIN OSAR
Año 5 – N° 11
La recepción y la aplicación del las LPNE en la década de los ’90
Algunas perspectivas históricas, sociológicas y pastorales
V Encuentro de Teología Pastoral
Dra. Beatriz Balian de Tagtachian
¿Qué son la LPNE?
En 1991 alguien escribía: «Se trata de un programa de conjunto que intenta marcar un estilo para el próximo decenio presentando como tema principal la renovación religiosa (…) que fue preparado con participación de todas las diócesis.»
¿Cuál ha sido la recepción?, ¿Qué se recibió?, ¿Quién recibió?
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Un contenido
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Dos nuevos estilos metodológicos: el uso de datos y la consulta participativa
1.- Sacerdotes, laicos comprometidos que se mueven en los ámbitos de Iglesia, que participan de algún nivel de dirigencia recibieron el contenido de las Líneas en dos niveles: I) de tipo general, como un marco general que planteaba lineamientos de acción y II) de tipo específico rescatando algún aspecto puntual de las mismas.
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En el marco de los 500 años de Evangelización de América las Líneas eran algo así como una «puesta a punto» que reunificaba fuerzas internas, orientando otros documentos -como el Directorio de Pastoral Familiar– y por otro lado brindaba una carta de presentación a otras Iglesias. (Experiencia de Argidius).
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En el «discurso cotidiano» se extendieron algunas expresiones tales como el desafío del secularismo, la necesidad de la conversión del corazón, la importancia de la dignidad humana, la realidad de los pobres débiles y sufrientes, la opción por los pobres, entre otras; las que fueron estableciendo las pautas referenciales de la renovación religiosa muchas veces sintetizada como nueva en sus métodos, nueva en su ardor…
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También se recibieron «mandatos» y legitimación para algunas devociones. Entre los primeros uno que parece haber prosperado es el de la misión. Parecería que en el último decenio se multiplicaron los grupos misioneros y por otro lado se fortalecieron las devociones a la Virgen.
Estas expresiones, acciones y devociones se extendieron y multiplicaron y aquellos que las decían y hacían a veces no sabían de dónde habían surgido y en qué contexto.
2a.- Novedad de un estilo: El uso de datos
1) El primero es la novedad de una orientación eclesial que tiene un componente sociológico. (Y además una sociología empírica y no aquella que se vincula a la discusión de ideas). Me refiero a la Consulta al Pueblo de Dios de donde se tuvieron en cuenta aquellas respuestas significativas como fundamento de las líneas ahí presentes. Al igual que en otros sectores de la vida social (economía, educación ) se partió del conocimiento de la realidad para planificar.
Ese modo de elaboración -teniendo en cuenta datos- según mi opinión da lugar a dos situaciones diferentes
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En ese momento la información de la Consulta se esperaba que se constituyan en un instrumento motivador para profundizar el conocimiento de la propia realidad, la formulación de interrogantes, la observación, la comparación, el discernimiento y la reflexión. Sin embargo la base de datos de la Consulta establecida en la Conferencia no tuvo prácticamente solicitudes de información.
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Pero posteriormente se inicia en nuestra Iglesia una «atracción» por lo cuantitativo y cierta convicción de que es necesario comenzar por conocer la realidad.
Estas dos situaciones diferentes sugiere pensar que el uso de elementos cuantitativos requiere a) cierta motivación para la búsqueda de información, b) dar un apoyo a aquellos que lo hacen y c) generar formas sencillas de presentación que no «angustien».
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Con respecto a la motivación son significativas las reuniones a tal efecto .
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Lo que uno se da cuenta con el tiempo que quienes buscan información son los intelectuales, las personas que están en la acción necesitan la información «en su puerta» y
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además debe estar elaborada, para que puedan ser utilizadas.
2b.- Novedad de otro estilo: La consulta participativa: Una construcción conjunta
¿Por qué medios se recibió?
Más allá del compromiso del obispo y el círculo personal allegado, desde el punto de vista material la transmisión fue más bien directamente por el documento en sí. (Habría que saber cuál fue el número de ejemplares editado).
No conozco experiencias innovadoras más que una de Córdoba donde habían elaborado las LPNE en comics con una ambientación de gente muy sencilla. Por lo menos así intentó difundirse.
No sé si se organizaron grupos de reflexión e intercambio de ideas sobre el tema en las Parroquias, lo que me hace pensar que «las LPNE se conocieron pero no se rumiaron».
¿Cómo se recibió?
Al respecto se sugiere una hipótesis: «Se recibieron los conceptos básicos, el prototipo, el paradigma, el modelo, pero fue escasa la interpretación del mismo en el propio lugar, en el propio sector».
Por ejemplo se podría indicar la dificultad para reflexionar, discernir, interpretar, en qué consisten los desafíos (……..) en las realidades específicas. Por ejemplo ¿qué es el secularismo y la injusticia largamente esperada en Formosa, Rafaela, o Quilmes? Y/o desde el sector de Pastoral en el que actúo? ¿Cuáles son sus prioridades?
No quiere decir que no se hagan actividades, probablemente así sea pero no aparecen necesariamente referenciadas a LPNE por lo tanto se pierde articulación y economía de esfuerzos orientados a objetivos generales compartidos.
¿Con qué efectos?
Los efectos siempre son múltiples. En lenguaje de hoy fortalezas, debilidades, amenazas, oportunidades. Pero el problema principal es la falta de costumbre de cuidar la gestión. Es decir ello requiere formulación de objetivos específicos a cumplir, -lo cual da lugar a indicadores- , seguimiento de la gestión y aplicación de una evaluación. Si los objetivos son muy generales difícilmente se pueda evaluar, y si no se evalúa es difícil conocer qué es lo que se está haciendo bien o más o menos. Por lo tanto, no se dan las condiciones para reelaborar un proyecto.
Si no se sigue ese proyecto las acciones se van dando mediante ensayo y error y se trata de acertar.